EL EQUILIBRIO PERFECTO: PISCINA Y JARDÍN

Tener una piscina en casa ya es un lujo, pero cuando se rodea de un jardín bien diseñado, se convierte en un verdadero oasis personal. La integración entre la vegetación y el agua no solo mejora la estética del espacio, sino que también crea una atmósfera relajante y natural, ideal para descansar, compartir en familia o simplemente desconectar del mundo.

1. Elige plantas que amen el sol... y no odien el agua

Cuando se trata de jardinería alrededor de piscinas, hay que buscar especies resistentes al sol y que toleren cierta humedad sin sufrir. Algunas de las favoritas:

  • Lavanda: aromática, resistente y con un toque mediterráneo.

  • Agapantos: flores vistosas y fáciles de cuidar.

  • Palmas pequeñas: como la Chamaedorea, que aportan un aire tropical.

  • Plantas suculentas: ideales para climas cálidos y de bajo mantenimiento.

2. Evita hojas problemáticas

Aunque los árboles frondosos pueden dar sombra y frescura, también pueden llenar tu piscina de hojas. Opta por especies de hoja perenne o de poco follaje, y mantenlas a una distancia prudente del borde de la piscina.

3. El suelo también importa

Usa piedras decorativas, madera tratada o césped sintético para evitar el barro cerca del agua. Además de ser prácticos, estos materiales aportan textura y color al paisaje.

4. Iluminación: magia nocturna

Instalar luces cálidas entre las plantas o focos dirigidos al agua transforma tu jardín-piscina en un rincón mágico al caer la noche. Ideal para cenas al aire libre o simplemente relajarte bajo las estrellas.

5. Mantenimiento sin estrés

Opta por sistemas de riego automáticos y plantas de bajo mantenimiento para que tu jardín esté siempre impecable sin requerir mucho tiempo. Recuerda limpiar los filtros de la piscina con frecuencia si hay vegetación cerca.

En DIOBCA, te ayudamos al diseño de tu jardín y piscina.

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